Cómo ser millonario
(gracias a Instagram)
De ahí que, determinadas celebrities, se embolsen unas cantidades astronómicas solo a través de esta red gracias a la que llegan a un público masivo: Selena Gomez (122 mill.), Kim Kardasian (101 mill.), Kendall Jenner (82,1 mill.) o Gigi Hadid (34,9 mill.).
En términos económicos, Kim Kardashian es la indiscutible reina influencer, según datos de Forbes correspondientes al 2016. Concretamente 51 millones de dólares ingresó este pasado año la estrella estadounidense a través de Twitter, Facebook e Instagram (alrededor de 300.000 dólares por publicación). No es de extrañar cuando la misma fuente publicaba que en el 2013 Kim, Kloe y Kourtney Kardasian llegaron a la alarmante cifra de 10 millones de dólares por pieza.
Pero el de este clan no es un caso aislado. Belleza, alimentación, moda… No importa. Si la actriz Selena Gomez lo anuncia en un post, el éxito está asegurado. Un primer plano seductor sorbiendo con pajita una Coca-Cola y 500.000 dólares al bolsillo. Si ella la bebe, ¿cómo no van a hacerlo sus seguidores más fanáticos?
Parece que Gigi Hadid también es adicta a este refresco… Bueno, a cambio de 200.000 dólares, eso sí. Y si antes ha hecho un poco de ejercicio con una buena equipación de Reebok, seguro que sabe aun mejor. Ah, otros 200.000 dólares directos a su cuenta.
El caso de otro de los ángeles de Victoria’s Secret y amiga de Gigi, Kendall Jenner, es igualmente destacable y las cantidades que maneja por ‘post’ son muy parecidas. No solo en una, si no en varias de sus recientes publicaciones aparece en diferentes poses y situaciones con su ‘inseparable’ reloj Daniel Wellington. Así mismo, está en el top de la lista de Forbes en cuanto a ingresos a través de las redes sociales durante el 2016: 17 millones de dólares concretamente.
Por lo tanto, y tomando como ejemplo algunas de las cuentas con más seguidores, estamos hablando de que estarían embolsándose una media de 300.000 dólares por cada imagen traducido en unos 20 a 30 millones al año luciendo cualquier tipo de firma en sus ratos libres, cuando ellas quieran, donde les vaya bien según el día y bastando con un mero selfie que tampoco tiene por qué tener excesiva calidad técnica.
Un win-win absoluto e indiscutible donde, según Bloomberg, el sector belleza es el que más invierte en blogueros, famosos e influencers seguido de marcas de moda, viajes y, por último, alimentación.
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